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domingo, 26 de abril de 2015

De la información al conocimiento, estrategias docentes (parte I)

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Tengo una amiga que se llama SARA, a la que quiero mucho y aprecio, llevamos mucho tiempo juntas y nos conocemos muy bien. SARA tiene una característica muy particular y es que le encanta estar pendiente de todo (podréis pensar que es muy cotilla, yo prefiero pensar que le interesa el mundo que le rodea).

A SARA le encantaría compartir conmigo todo lo que pasa alrededor pero sabe que yo no soy capaz de llevar el ritmo que ella lleva (hay cosas que ella percibe que a mi no me interesan para nada, así que con los años ha ido discriminando qué tipo de información me traslada y cuál no, ¡y yo le estoy enormemente agradecida!).



Para que os hagáis una idea, SARA percibe todo lo que le rodea: el ruido de los coches que pasan por la calle, el olor de comida que se cuela por la ventana del vecino, el anuncio que no para de moverse mientras lees una web... Para la mayoría de nosotros muchos de estos estímulos dejamos de percibirlos cuando son continuados en el tiempo, pero para SARA no. Como os he dicho, ella esta pendiente de todo.
"¿Y esto por qué sucede?" os preguntaréis. Pues resulta que todos tenemos una amiga llamada SARA (también conocido como Sistema Activador Reticular Ascendente) que decide qué estímulos pasan a nuestro cerebro superior y cuáles no, como si de una portera de discoteca se tratara. SARA capta todo lo que proviene del mundo exterior y decide quién entra y quién no, permitiendo así captar nuestra atención.

"¿Y qué motivo tiene que nos cuentes esto en un blog sobre educación?" alguno se cuestionará. Pues os responderé con otra pregunta, ¿habéis asistido alguna vez a alguna charla en la que la persona conferenciante tenia un tono de voz uniforme de forma permanente, sin casi gesticular y sin moverse de su sitio? Yo sí, y os aseguro que es el mejor antídoto para el insomnio!
En nuestras clases sucede exactamente lo mismo y nuestro deber es conseguir que el SARA de todos nuestros alumnos nos permita pasar de la puerta de entrada para conseguir que la información más útil pueda llegar a la zona del cerebro en la que pueda convertirse en conocimiento (en los lóbulos prefrontales), y esto sólo se consigue introduciendo estímulos sensoriales para que SARA esté alerta y nos deje entrar, como:
  • Cambios en la voz: en el volumen y en el ritmo.
  • Cambios visuales: uso del color, el movimiento y el tamaño.
  • Cambios táctiles

Asociación Educar para el Desarrollo Humano

Por este motivo debemos introducir momentos de sorpresa y novedad en clase que impliquen todos los sentidos que permitan que SARA se active, se mantenga alerta, y deje entrar estos estímulos para ser conducidos al cerebro superior y allí puedan ser procesados para tener la oportunidad de ser transformados en conocimiento.


¿Durante tus clases tienes en cuenta todos los sentidos para captar la atención de tus alumnos? Si la respuesta es afirmativa, cuéntame cómo lo haces! Si la respuesta es negativa, piensa en la forma de incorporar todos los sentidos y déjame en los comentarios tus ideas, me encantará tener nuevas ideas para captar la atención de mis alumnos.

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