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domingo, 22 de marzo de 2015

El mundo es tan grande o tan pequeño como tu quieras

Lo tengo que confesar, me encantan todas las propuestas que permiten al alumnado interactuar con lo que hay más allá de las 4 paredes de su aula, abrir el aula al exterior permite conocer otras personas, otras realidades, otros mundos y, a la vez, hacer que el aula sea un espacio donde tenga cabida situaciones del mundo real.

Hace poco llegó a mis manos un vídeo en el que precisamente se muestra cómo una profesora de Philadelphia consigue que sus alumnos conozcan un poco más otras realidades a las que ellos están acostumbrados, creo que el título del vídeo (que he utilizado para titular esta entrada) lo dice todo: "El mundo es tan grande o tan pequeño como tu quieras":


Esta experiencia parte de un proyecto iniciado por la profesora que aparece en el vídeo, titulado Do remember Me, que "fue diseñado para utilizar el arte como una herramienta de promoción social y la creación de una voz de activismo para la juventud en Philadelphia, New York, Tanzania, Nigeria, Uganda, Kenya, París y Kazakhstan. Los talleres utilizan la tecnología para conectar a los jóvenes a través de SKYPE para invocar el diálogo positivo entre la juventud para disipar los mitos de desesperanza, estereotipos en los medios y las diferencias culturales para profundizar y encontrar un terreno común, experiencias y trabajar para apoyar activamente entre sí, fomentando el activismo y la defensa de temas como la violencia entre pares, ausencia de líderes y héroes, y muchos otros temas más urgentes.".

El simple hecho de utilizar elementos tan cotidianos como pueden ser una cámara para explicar quién eres, de dónde eres y qué te gusta hacer para después poder conectar con otras personas de lugares tan lejanos usando una videoconferencia, me parece una experiencia que puede hacerle al alumnado remover algo en su interior, pero si además, le añadimos el intentar conocer cómo perciben otras personas la realidad (cómo cuando una alumna de Kazakhstan pregunta si alguna vez han sentido en su piel el racismo y el alumno de Philadelphia le responde con un sí rotundo) o incluso poder conocer cómo y de dónde llegaron tus antepasados (cómo cuando los alumnos de París les preguntan a los de Philadelphia de dónde son y ellos les contestan que de Philadelphia, y los chicos de París quedan totalmente confundidos porque no entienden que no les respondan con el nombre de alguna localidad de África) puede ayudar a utilizar esta experiencia como fuente de muchos aprendizajes conectados: valores, conocimiento de uno mismo, diferencias y semejanzas culturales, historia local y global, uso de la tecnología.... Hacer que el alumnado forme parte de este pequeño-gran proyecto puede ser el punto de partida de muchos aprendizajes que se dan en la escuela de forma, normalmente, descontextualizada.

Si conoces otras experiencias como estas estaré encantada de que las compartas conmigo usando el espacio de comentarios de aquí debajo, como he dicho al inicio de la entrada, ¡me encantan este tipo de experiencias!

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